Diseño gráfico
Disfrutamos con el diseño gráfico
En Yogur de Fresa amamos nuestra profesión. Nos gusta el diseño gráfico. A veces es una profesión un tanto desagradecida. Pero por más que el contexto se torna complicado, difícil y complejo; diseñar nos parece lo más divertido del mundo. Lo pasamos en grande todo el día delante del ordenador diseña que te diseña. No somos ricos, pero nos sentimos muy orgullosos y privilegiados de pasarlo tan bien en nuestro trabajo, disfrutamos al hacer lo que nos gusta. Si esta pasión se tradujera en indecentes cantidades de dinero sería la leche ya.
Por este motivo inauguramos el hastag #diseñoporfavor donde queremos comentar, ver ejemplos y debatir con vosotros sobre ejemplos diseño gráfico. Del bueno y del malo. Pero no hace falta ser crueles.
Es triste ver como el diseño gráfico se convierte para algunos en secundario, sin importancia, algo en lo que no vale la pena invertir recursos. ¿Cuántas veces os han dicho eso de que «si te cuesta cinco minutos»? Lo importante para ellos es hacer una buena tirada, llegar a mucha gente, sacar las cosas lo más barato posible. Lo que no entienden es que sin un diseño atractivo cualquier acción de comunicación que hagamos tenderá a perderse en el tiempo, a no trascender, y a no ser nada. Se perderá como lágrimas en la lluvia (cita friki).
¿Creéis que Apple habría vendido tanto (y tan caro) sin el valor añadido que le suma el diseño gráfico de sus productos? ¿Las grandes marcas serían tan conocidas si no fueran reconocibles por su diseño?
Pero no se trata únicamente de las grandes marcas. Cualquier negocio, cualquier empresa. Cualquier marca, asociación, organización, ente, agrupación o seguidores del poder Jedi. Todos tienen a su alcance transmitir una imagen más positiva y que refleje su idiosincrasia y personalidad. Es necesario que le den la importancia que tiene y que para ello busquen la ayuda de gente profesional. Aunque sea simplemente por una cuestión de estética. Amamos la belleza, y de esto hay mucho y bueno en el diseño gráfico.
Ha llegado el momento de dignificar nuestra profesión. De luchar contra los cuñados, primos, sobrinos y amigos que son electricistas, bomberos o profesores, pero que hacen «diseño». Basta ya de conversos después de instalar una versión pirata de Photoshop. Este trabajo requiere esfuerzo, trabajo, formación, dedicación y sobre todo amor. Mucho, mucho amor. Lo hemos elegido como profesión, como medio de vida y esfuerzo. Incluso como religión, porque hay veces que hay tener mucha fe para dedicarse a esto.
Esperamos vuestros aportes. Si tenéis algo que decir, a nosotros nos parece importante.