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Dile a mi madre que soy pianista en un burdel, no le digas que soy diseñador.

Dile a mi madre… es la categoría donde contamos aventuras y desventuras en la vida de un diseñador. Anécdotas divertidas, los miedos típicos, nuestras grandes frustraciones y también las alegrías y celebraciones. El nombre lo robamos de una vieja película, que hablaba de periodistas, pero nos sentimos totalmente identificados. Porque una madre se preocupa, y puede que no le entusiasme que su hijo sea diseñador gráfico. Normalmente prefieren que uno sea funcionario, profesor o similares. Pero el individuo es cabezón y le encanta su trabajo.

Nos ha pasado de todo. Da un poco de miedo pensar en cuando seamos mayores y les contemos a nuestros nietos viejas anécdotas relacionadas con el diseño gráfico, las páginas web o el desarrollo de apps. Van a pensar que no estamos bien. Tenemos algunas batallitas muy divertidas que podéis leer en nuestro blog. No dejéis de compartirlas en vuestras redes sociales.

Ser diseñador no es fácil, pero es lo que nos gusta. No se lo digáis a nuestras madres.